viernes, 19 de agosto de 2011

Educación

Quiero empezar mi serie de artículos con un tema de suma importancia en una sociedad civilizada y proyectada hacia un futuro con esperanzas para cada uno de sus miembros, "la educación"; es que a mi parecer, este factor debe ser el principal objetivo de un gobierno que quiera para su país grandes logros económicos, puesto que mediante un óptimo sistema educativo, lógicamente surgirán profesionales de alta calidad, que eventualmente aportarán de manera significativa capital al Estado mediante el pago de sus impuestos y contribuciones (buen profesional - buen empleo). Esta premisa resulta absurda para algunos economistas y políticos que argumentan que un país emergente no puede darse el lujo de invertir de manera excesiva en formación de mano de obra calificada, puesto que a la larga, sería una gran fuga de capital; es decir, un ingeniero, administrador, antropólogo o sociólogo que no encuentre oportunidades de empleo en su tierra, migrará a otros países, y por ende, aportará a esas economías y no al país donde fue formado profesionalmente; basándose en aquello, muchos intelectuales exponen que mejor, un gobierno debe enfocar toda su atención a atender otros asuntos de importancia superlativa, como son, las maneras de distribuir la riqueza de manera equitativa, la cobertura gratuita de la salud a toda la población, la búsqueda de soluciones para que el intercambio de bienes y servicios se realice siempre en un marco de igualdad, entre otras.

Todas esas aseveraciones son válidas, siempre y cuando una cosa complemente a la otra, sin descuidar elementos que nos den a todos una buena calidad de vida. Sin embargo, y continuando con el tema de este artículo, quiero comentarles algo que hace algunos días publicó Andrés Oppenheimer. En su exposición, Oppenheimer, nos revela, cómo un país sudamericano está invirtiendo de manera positiva en la educación de sus recién egresados de pregrado, otorgándoles becas para ir a especializarse en el exterior, y que posteriormente regresen al país a aplicar sus conocimientos y desempeñarse en el mundo laboral a nivel nacional; estoy hablando de Brasil - que según el destacado periodista argentino y ganador del Premio Pulitzer - está siguiendo los pasos de China e India en esta materia. A pesar de lo productivos que serán esos estímulos a mediano y largo plazo, no faltan las críticas a ese tipo de medidas gubernamentales que solo buscan el progreso y el auge nacional, críticas que están fundamentadas en los conceptos que expuse anteriormente.

Mi objetivo es exponer en este, el primer artículo en "pipe MUNDO", cómo sí es posible invertir en educación como horizonte al desarrollo de una economía próspera.


Andrés F. Ruiz
Negociador Internacional,
Estudiante de Economía.